Nacío en Aguadilla, Puerto Rico el 16 de abril de 1866. Recibió la instrucción primaria en Mayagüez y de allí se transladó a España para seguir los estudios secundarios en el Colegio Politécnico de Logroño.
Muy joven se afilió al Partido Republicano Español y colaboró como periodista en "La Semana Cómica". Sus vibrantes artículos de oposición al régimen monárquico le acarrearon procesos y encarcelamientos, habiendo estado preso en las cárceles de Tarragona, Valencia, Barcelona y Madrid, lo que le impidió terminar su carrera en España.
Hacia 1887 De Diego regresa a Puerto Rico, trayendo consigo muchos versos en los que cantaba a la patria y a la libertad con imágenes atrevidas y originales. Regresó a España para estudiar Leyes y se matriculó en la Universidad de Barcelona donde, a la vez que estudiaba colaboraba con la revista "Madrid Cómico". En 1891 se licenció de abogado en la Universidad de La Habana y allí se doctoró en Leyes al año siguiente.
De vuelta a Puerto Rico ingresó al Partido Autonomista destacándose como orador en la asamblea celebrada en Mayagüez en 1892. En 1898 es elegido Subsecretario de Gracia y Justicia del Gobierno Autonómico, en el que fue también subsecretario de Gobernación.
Luego que Puerto Rico pasa a ser poseción de Estados Unidos en 1898, José de Diego fue nombrado Juez Asociado del Tribunal Supremo y Presidente de la Audiencia de lo Criminal de Mayagüez en 1899. Se adhiere al Partido Federal presidido por Muñoz Rivera y representa a esta entidad política en el Consejo Ejecutivo.
Renuncia a dicho cargo como protesta a la política del consejo y entra al Partido de la Unión, por el cual es elegido miembro de la Cámara de Delegados en 1907. Más tarde, viendo que la independencia de Puerto Rico bajo el régimen estadounidense se postergaba indefinidamente, rompió con el partido para entregarse libremente a la lucha por la libertad de su país.
José De Diego se opuso a que fuera el inglés el idioma oficial en las escuelas de Puerto Rico en su famoso Discurso de la Lengua pronunciado en 1915, el cual inflamó al país. En 1916 se fue a España para defender allí el ideal de la libertad política de Puerto Rico y la Confederación Antillana ideales de Hostos y Betances.
En 1917 combatió la imposición de la ciudadanía de Estados Unidos a los puertorriqueños, haciendo propaganda en Cuba y Santo Domingo. Se proponía viajar a Sur América con igual propósito cuando enfermó. Se translada a Nueva York para tratarse médicamente muriendo allí el 17 de julio de 1918. Su cadáver fue transladado a Puerto Rico donde se le rindió solemne homenaje póstumo y fue sepultado.
Sus obras poéticas más importantes son "Pomarrosas" (1904), "Jovillos" y "Cantos de Rebeldía" (1916) y "Cantos de Pitirre" editado póstumamente en 1950.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario